RECUPERACIÓN FAMILIAR
Con Recal, encontrarás un camino hacia la recuperación familiar y el bienestar duradero en la lucha contra la adicción.
APOYO A LAS FAMILIAS
En Recal, entendemos que alcanzar las metas a largo plazo comienza con metas a corto plazo, como ayudar al adicto y a su familia a reconocer la enfermedad y sus consecuencias. A menudo, la atención se centra únicamente en el adicto, dejando de lado el crucial apoyo que la familia necesita.
Enfocamos este desafío de manera distinta. Reconocemos que las familias también se ven profundamente afectadas por la adicción y que su forma de interactuar puede influir en la recuperación. En Recal, ofrecemos ayuda integral a las familias de dos maneras clave:
Involucramos a los Familiares en el Tratamiento: Guiamos a los miembros de la familia para que comprendan cómo la adicción afecta a su dinámica familiar, identificando los efectos y explorando vías para recuperarse juntos.
Apoyo Individualizado y Familiar: Asistimos a cada miembro de la familia en su camino hacia la recuperación de la adicción, promoviendo la restauración del bienestar familiar y la salud individual.
Además, ofrecemos reuniones semanales moderadas por nuestro equipo de tratamiento, donde las familias pueden abordar sus desafíos específicos. Proporcionamos herramientas y habilidades prácticas para gestionar la enfermedad del ser querido de manera efectiva, fomentando un entorno de apoyo y comprensión mutua entre familias en situaciones similares.
Con Recal, encontrarás un camino hacia la recuperación familiar y el bienestar duradero en la lucha contra la adicción.
Ayuda gratuita a las familias
En Clínica Recal realizamos terapias individuales y de grupo para personas con problemas
de adicción y también para sus familiares.
La adicción destruye no solo la vida de los que la padecen sino también la de sus seres
queridos. Nuestro cálculo es que cada adicto afecta a por lo menos tres vidas más, ya sea
la de los familiares, trabajo, amigos…
Según nuestra experiencia, la incapacidad de la persona adicta para vivir relaciones sanas
con los demás y gestionar de modo saludable sus propios sentimientos está en la esencia
de la adicción.
Por esta razón, la adicción afecta a la familia de manera profunda, cambiando la relación
entre sus miembros con actitudes y emociones negativas, que comparten con el adicto e
impiden – en mayor o menor medida, según cada caso – su recuperación.
Según nuestra experiencia, la incapacidad de la persona adicta para vivir relaciones sanas con los demás y gestionar de modo saludable sus propios sentimientos está en la esencia de la adicción.
Emociones del Adicto vs. Familiar/Amigo
Según nuestra experiencia, la incapacidad de la persona para vivir relaciones sanas con los demás y gestionar de modo saludable sus propios sentimientos está en la esencia de la adicción.
NEGACIÓN:
Paciente – Lo dejo cuando quiero. No tengo ningún problema
CULPABILIDAD:
Paciente – Soy un fracaso, pierdo siempre en mis intentos de dejarlo…
VERGÜENZA:
Paciente – Decepciono a quien confía en mí. No puedo pedir ayuda…
ANSIEDAD:
Paciente – Tengo que hacer algo más, consumir más, consumir menos…
SOLEDAD:
Paciente – Nadie puede entender qué me pasa, ni siquiera yo lo entiendo…
CODEPENDENCIA:
Paciente – No puedo parar de manipular para conseguir lo que quiero y necesito…
DESEO DE CONTROL:
Paciente – Solo tengo que dejar la cocaína en la semana. Si ella me acompañara a las fiestas yo no me emborracharía.
IMPOTENCIA:
Paciente – Nada de lo que intento hacer funciona. No puedo dejar de consumir…
NEGACIÓN:
Familiar – Nuestro familiar no tiene ningún problema o es pasajero y controlable
CULPABILIDAD:
Familiar – Qué hemos podido hacer para que esté así o qué podemos hacer para que cambie.
VERGÜENZA:
Familiar – Escondemos las actitudes y consecuencias de mi adicción o de la adicción de nuestro familiar.
ANSIEDAD:
Familiar – ¿Qué debería hacer y qué no debería hacer?. ¿Y si…?
SOLEDAD:
Familiar – No puedo contar a nadie ni contar con nadie que entienda esto y nos ayude.
CODEPENDENCIA:
Familiar – Le puedo salvar si me dedico a él/ella más.
DESEO DE CONTROL:
Familiar – Si le pongo límites y pautas, si le grito, si soy amable, si… lo podré cambiar.
IMPOTENCIA:
Familiar – No consigo cambiar a mi familiar afectado ni librarme de mis sentimientos hacia él.
Por esta razón, la adicción se traslada a la familia de manera exponencial y podemos decir que cada adicto afecta de media al menos a cuatro de sus familiares, cambiando la relación que existe entre ellos con diversas actitudes y emociones negativas, que comparten con el adicto e impiden – en mayor o menor medida, según cada caso – su recuperación.