Las adicciones, Tratamientos de adicciones

Superar el verano libres de adicciones

Superar el verano sin recaidas El verano es el momento ideal para los excesos, licencias, permisos y descuidos. En el caso de las adicciones, el ambiente del verano puede ser un importante detonante de muchos excesos, abuso de sustancias y también recaídas. No son pocos los estudios que muestran un incremento considerable del consumo de la mayoría de las sustancias legales e ilegales en esta época del año. También es un momento en el que se reciben muchas demandas de ayuda de personas o familiares que, por primera vez, sienten que tienen un problema. CONTACTA SIN COMPROMISO ‘¡prohibido aburrirse! ‘ La virtud está en saber gestionar y equilibrar los momentos de tiempo libre que se disponen al tener menos responsabilidades y ocupaciones. Pareciera que el objetivo es evitar aburrirse haciendo algo divertido o motivante a cada momento o aparentar que es así. Recordemos que no se trata solo de pasarla bien, sino de mostrárselo a los demás. Si tomamos en cuenta que una persona promedio puede pasar casi tres horas diarias subiendo contenido, revisando o interactuando con el de otros en las redes sociales. Hoy resulta difícil concebir un buen día de vacaciones sin un poco de postureo en las redes sociales. Es probable que terminemos más agotados que en un día de trabajo normal. Todo esto está muy bien, el problema para el que presenta una adicción o está en riesgo de padecerla es que terminará bajando la guardia y cometiendo aquellos excesos que precisamente debería evitar.   En relación con las drogas, no es casual que sea esta estación donde las visitas a urgencias por intoxicación aguda alcancen su pico máximo del año. También es la época donde la mayor parte de las personas, muchos adolescentes entre ellos, realiza su primer consumo. También se ha observado una mayor predisposición hacia el consumo de sustancias que en otras épocas del año. ‘Resacón en verano’ Un  estudio científico publicado en julio de 2009 analizó los predictores de las resacas que muchas personas experimentan durante el verano. Para ello se realizó una encuesta a más de 300 jóvenes, a los que se aplicó también la Escala de Resaca Aguda (si, también hay una escala validada para esto). El estudio  se llevó a cabo en un resort y en él, los investigadores preguntaban a los jóvenes sobre su experiencia durante la noche anterior.  Los resultados fueron muy interesantes, aunque revelaran lo obvio. Beber más de lo que se tenía previsto, sentir los efectos al día siguiente y la cantidad de días que se hospedaban el resort (en los que se repetía el patrón) eran las variables que mejor podían predecir el “resacón”.  Un estudio posterior de los mismos autores, se enfocó en establecer los predictores en aquellos turistas que se emborracharon todas las noches durante una semana. Pasados los 12 tragos el 70% de los encuestados, sufriría resaca al día siguiente. Tomemos en cuenta que a partir de cuatro o cinco tragos ya se considera que es una medida de consumo excesivo de alcohol. Lo interesante en ambos estudios es que los niveles de alcohol que se reportaban previo a la estancia en el resort no resultaban un predictor de resacones. Dato también obvio, pero que deja claro el relax de las normas y la tendencia a los excesos que tenemos en este período de vacaciones. Por suerte los investigadores eligieron un enfoque cuantitativo y no uno cualitativo de “observación participante”. Este último enfoque hubiera requerido irse a beber con los turistas del resort. En ese caso, las anotaciones quizás no hubieran sido tan fiables al leerlas al día siguiente. ‘Mucho para muy poco tiempo’ Los excesos del verano tienen otro problema añadido, el tiempo. Las vacaciones pueden que sean muy cortas para todo lo que queremos hacer en ellas. No se puede beber en 15 días todo lo que se podría beber durante un año completo y lo mismo para otras drogas. Con el abuso de sustancias aparecen los atracones y un atracón nunca es recomendable. Muchos terminan en urgencias. El final del verano es un buen momento para reflexionar y ver los patrones de consumo que se han mantenido y también aquellos patrones de abuso que se han convertido en un hábito. A veces el abuso de sustancia se vuelve a casa o se acaba el verano y es hora de preguntarse si existe algún problema. Esto para personas “en riesgo” que han desarrollado un patrón de abuso. En el caso de padecer una adicción es el momento de confrontar las recaídas. Casi siempre, si no se lía mucho la cosa, el tratamiento se pospondrá hasta después del verano. Es una tendencia que mantienen tanto los adictos como sus familiares (codependientes). En cualquier caso, si crees que tú o algún familiar tiene o ha tenido algún problema con las sustancias o comportamientos que pueden considerarse como adictivos durante el verano, no dudes en pedir ayuda. Si un problema se detecta a tiempo es mejor hacerle frente cuanto antes.   Una vez que se establece la dependencia fisiológica y psicológica del consumo, abandonar este patrón de conducta no es una tarea sencilla. El camino de este aprendizaje ha sido tallado en piedra desde un punto de vista neuronal. Quizás sea debido a esto que suele decirse que no resulta tan difícil dejar de consumir como aprender a vivir sin consumir. El recuerdo del subidón inmediato asociado al consumo suele ser lo suficientemente potente para inhibir otros más relacionados con las consecuencias adversas y generar un tirón (entendido como ansia por consumir). Casi cualquier emoción o situación es capaz de generar un tirón. De la capacidad y recursos que tenga una persona en recuperación dependerá que pueda mantener su abstinencia. Este es un camino que difícilmente se puede lograr estando solo, se necesita ayuda y apoyo. Recuperarse es cambiar, reconectar y reconfigurar el concepto y la relación que la persona tiene con las fuentes de obtención de placer y recompensa. Desde un punto de vista neuronal, encontrar nuevas fuentes de obtención de recompensa, placer y motivación

La dopamina y sus efectos en la adicción y recuperación de adicciones.
Las adicciones, Tratamientos de adicciones

La dopamina y la recuperación de adicciones

Motivación, dopamina y adicciones: pasarse o quedarse corto Decir la frase correcta, retirarse en el momento oportuno o rechazar aquello que está de más son pruebas a las que nos sometemos a diario. Si lo hacemos de forma correcta podemos decir que hemos actuado con equilibrio y moderación. Encontrar el punto medio o acercarse en la mayor medida de lo posible es una meta deseada pero difícilmente conseguida en una buena parte de las ocasiones. El proceso de aprendizaje para llegar este grado de desempeño pasa por experimentar ambos extremos. Debido a ello lo más probable es que muchas veces pasemos dos pueblos y otras tantas nos quedemos cortos. Otro problema es que, para estos casos, el “punto medio” que describe el equilibrio no es igual al de una recta trazada en un plano, sino que se trata de no rebasar un umbral. Los umbrales a veces soportan una gran carga (entendida como frecuencia e intensidad de la ejecución) y otras bien poca antes de verse rebasados. Esto se aplica tanto al contexto como a la persona. Lo que puede ser considerado excesivo en un contexto, puede no serlo en otro. Por ejemplo, no es lo mismo cantar “La Macarena” en un entierro que en una fiesta con amigos. Lo que puede ser poco demasiado para una persona puede ser poco para otra. En las personas existen muchos umbrales para muchas conductas y muchos factores que pueden activarlos o inhibirlos. “¡Me gusta realizar esta actividad!”. Dirían unos. “¡Qué aburrido!” Dirían otros CONTACTA SIN COMPROMISO ‘El aprendizaje basado en la recompensa’ La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una molécula que se encarga de transmitir algunos de los mensajes que las neuronas envían a otras células. Estos mensajes suelen tratar sobre el control de movimientos, la memoria, la recompensa y el aprendizaje. Esto es muy importante porque regula la duración de los recuerdos, vinculando el aprendizaje con las emociones. La dopamina es también conocida como una de las “moléculas de la felicidad”. Ello ocurre porque vincula la duración del recuerdo a emociones positivas. Los recuerdos que se asocian al placer no solo perduran durante más tiempo, sino que refuerzan la repetición de la conducta. Por tanto, la dopamina se asocia a la motivación. La motivación puede ser descrita como un estado interno que predispone a la persona a realizar una conducta para alcanzar una meta. Podemos tener muchas motivaciones a la vez y muchas de ellas contrapuestas. Por ejemplo, quedarnos de fiesta hasta tarde y a la vez irnos a casa a dormir porque debemos madrugar al día siguiente. Recordemos que la motivación solo predispone, pero no obliga a actuar. Podemos estar muy motivados a pedir un aumento de sueldo a nuestro jefe, pero puede que no sea el momento oportuno y decidamos posponer la conversación. También podemos tener el dilema entre elegir comernos otra porción de tarta o no hacerlo para no engordar. En este caso ganará la motivación que más fuerza tenga. En todos estos casos descritos previamente, es la cantidad de dopamina que se libere la que condiciona la ejecución de una conducta o su opuesto. Se ha observado que la liberación excesiva de dopamina se relaciona con la ejecución de conductas imprudentes o arriesgadas, mientras que una escasa liberación se relaciona con algunos tipos de fobias, depresiones o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. ‘Perros de Pávlov sin dopamina’ Iván Pávlov fue un célebre fisiólogo ruso laureado con el Premio Nobel de Medicina en 1904. Es muy conocido por su teoría de los reflejos condicionados o condicionales, para ser más exactos. Sus experimentos más conocidos fueron activar la salivación de perros con la introducción de un estímulo previo a la presentación del alimento en sí (hacer sonar una campana). En esa época aún no se tenía clara la estructura del sistema nervioso y no existía claridad sobre el rol de las neuronas y mucho menos los neurotransmisores, como la dopamina. La cosa es que estos experimentos se han repetido con animales que no son capaces de sintetizar la dopamina y los resultados han confirmado que carecen de este tipo de reflejos. Por tanto, las adicciones se pueden entender como un comportamiento condicionado donde la dopamina juega un rol fundamental. La mayoría de las drogas adictivas provocan elevaciones en los niveles extracelulares del neurotransmisor de la dopamina. ‘Dopamina y adicciones: el umbral que no se debe rebasar’ Que una sustancia o comportamiento sea adictivo tiene que ver con la cantidad de dopamina que esta sea capaz de liberar. En el caso de las drogas, son capaces de aumentar la cantidad de dopamina en el cerebro a niveles que no se alcanzarían de manera natural. El grado de placer que esta liberación produce sobre el sistema de recompensa refuerza la repetición compulsiva de esta conducta. Algunos estudios sugieren que el desarrollo de una adicción específica va a depender del número de receptores a los cuales se une la dopamina en una persona para esa sustancia en concreto. Las personas con menos receptores para una sustancia necesitan mayores cantidades para notar la misma satisfacción que otras que tienen un mayor número de receptores. El problema es que la persona va a necesitar consumir cada vez una mayor cantidad de la sustancia que provoca esta reacción, provocando un incremento de la tolerancia. También la va a buscar con mayor frecuencia porque una vez que pasa el efecto comienza a notar su ausencia, lo cual sienta las bases de la abstinencia. Otra de las funciones de la dopamina es que se orienta a la búsqueda de la recompensa evitando situaciones desagradables o negativas, como es el caso de la abstinencia. Este es el camino que conduce del uso al abuso y del abuso a la dependencia. Dichos estudios muestran que las diferencias entre mujeres y hombres en relación con el desarrollo de una adicción tiene que ver con la dopamina. Por ejemplo, se ha observado que las mujeres presentan una escalada más rápida desde una ingesta casual de una droga hasta

Adicción a las compras
Las adicciones, Tratamientos de adicciones

Cuando comprar se vuelve compulsivo: La adicción a las compras

Entendiendo la Adicción a las Compras La adicción a las compras, también conocida como oniomanía o trastorno de compra compulsiva, es un problema que afecta a muchas personas en todo el mundo. Una condición psicológica compleja que suele acarrear  consecuencias devastadoras para la vida de quienes la padecen. CONTACTA SIN COMPROMISO ‘UN TRASTORNO DE CONTROL IMPLUSIVO’ La adicción a las compras es un trastorno del control impulsivo que se caracteriza por la necesidad constante de comprar productos, a menudo innecesarios, con la finalidad de aliviar el estrés, la ansiedad o la depresión. Esta necesidad puede llevar a compras excesivas y, en muchos casos, a problemas financieros graves y conflictos en las relaciones personales.   ‘Causas de la Adicción a las Compras’ Las causas de la adicción a las compras son muchas y diversas.  Muchas personas caen en esta adicción debido a su sensación de soledad o tristeza.  Los problemas de Autoestima y la necesidad de validación externa a través de la posesión de bienes materiales también son factores detonantes de esta adicción. Los afectados llegan a comprar para impresionar a otros o para llenar un vacío interno. Comprar les hace sentirse mejor.  ‘Síntomas de la Adicción a las Compras’ Existen señales comunes en los afectados por esta adicción: Compras frecuentes y excesivas y a menudo superiores a lo que los afectados se pueden permitir. Los afectados experimentan  una fuerte necesidad de comprar para aliviar la  la ansiedad o el estrés. Sentimiento de culpa o vergüenza tras comprar.  Acumulación de deudas y problemas financieros debido a las compras. Descuido de obligaciones laborales, familiares y personales. La adicción a las compras es un trastorno psicológico que puede causar un impacto devastador en la vida de quienes la padecen. Comprender sus causas, reconocer los síntomas y buscar tratamiento son pasos cruciales para superar este desafío.  

Las adicciones, Tratamientos de adicciones

Dejar de Fumar

Dejar de Fumar El tabaquismo es la adicción que más muertes por consumo directo causa en el mundo y las formas de lidiar con esta pandemia y dejar de fumar, abarcan desde la tolerancia hasta la ilegalización. Ya en el 2021, los datos de la  Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaban  que  alrededor de 7 millones de personas continúan muriendo cada año como consecuencia directa de su consumo. Hay que sumar otro millón de fallecimientos como consecuencia de la inhalación involuntaria del humo ajeno. Solamente estas muertes por inhalación del humo ajeno representan el doble del total de muertes por sobredosis. CONTACTA SIN COMPROMISO ‘Las estrategias que han funcionado’ Hay dos líneas fundamentales de acción en esta área: 1) no comenzar a fumar y 2) dejar de fumar, que incluye mantener la abstinencia y prevenir recaídas. Si se deja a tiempo, nuestras células pulmonares pueden reparar el daño causado por el consumo de tabaco. La OMS ha diseñado una estrategia para desincentivar el consumo de tabaco. Se trata de la combinación de un grupo de políticas. Son escasos los países donde se aplican todas, la mayoría solo combina algunas y otros hacen caso omiso de las mismas. La primera política se trata de generar conciencia en la población de que el humo ajeno enferma y mata por inhalación involuntaria. Es decir, que el tabaquismo no es solo un problema para aquel que fuma, sino para todo el que se encuentra cerca. En este sentido, se ha visto que las advertencias sanitarias gráficas no tienen un efecto directo sobre el fumador, pero sí le ayudan a crear conciencia del efecto de su conducta para otras personas. Por tanto, las advertencias sanitarias que aparecen en las cajetillas se convierten en una útil herramienta para generar conciencia. Otra estrategia consiste en prohibir la publicidad del tabaco. Esta prohibición debe aplicarse tanto a la promoción directa como a la indirecta. Por promoción directa se entiende la publicidad que se publica en los distintos medios de comunicación (prensa, radio, Tv, carteles, redes sociales). Por su parte, la promoción indirecta es más amplia y sutil. En este punto entran desde rebajas al precio del producto hasta el patrocinio de equipos deportivos o personas. La lista es muy larga para desarrollarla en un solo post. Los impuestos son otra medida que se considera la más eficaz para reducir el consumo de tabaco. Por ejemplo, se ha observado que un incremento de un 10% al precio del tabaco reduce un 5% el consumo. El incremento de los impuestos sirve de barrera de contención sobre todo a personas de bajos ingresos para no comenzar o una motivación para dejarlo. No es poca cosa, pues el 80% de los consumidores viven en países con ingresos medianos o bajos. ‘DECIR ADIÓS AL TABACO’ Si deseamos dejar de fumar, existen varias estrategias que podemos intentar llevar a cabo.  Establece una fecha para dejar de fumar, cambia de hábitos y establece nuevas rutinas que te ayuden a gestionar el estrés, evita mantener en tu entorno cualquier objeto que te recuerde al tabaco y si lo necesitas, busca apoyo y ayuda profesional. Acudir a terapia puede ayudarte a acabar con la adicción al tabaco.  Recuerda que dejar de fumar es un proceso gradual y personal. Persiste en tus esfuerzos y busca ayuda cuando la necesites.

tratamiento para dejar el tabaco
Las adicciones, Tratamientos de adicciones

Dejar el Tabaco

Dejar el TABACO El tabaquismo es la adicción que más muertes por consumo directo causa en el mundo y las formas de lidiar con esta pandemia abarcan desde la tolerancia hasta la ilegalización. Ya en el 2021, los datos de la  Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaban  que  alrededor de 7 millones de personas continúan muriendo cada año como consecuencia directa de su consumo. Hay que sumar otro millón de fallecimientos como consecuencia de la inhalación involuntaria del humo ajeno. Solamente estas muertes por inhalación del humo ajeno representan el doble del total de muertes por sobredosis. CONTACTA SIN COMPROMISO ‘Las estrategias que han funcionado’ Hay dos líneas fundamentales de acción en esta área: 1) no comenzar a fumar y 2) dejar de fumar, que incluye mantener la abstinencia y prevenir recaídas. Si se deja a tiempo, nuestras células pulmonares pueden reparar el daño causado por el consumo de tabaco. La OMS ha diseñado una estrategia para desincentivar el consumo de tabaco. Se trata de la combinación de un grupo de políticas. Son escasos los países donde se aplican todas, la mayoría solo combina algunas y otros hacen caso omiso de las mismas. La primera política se trata de generar conciencia en la población de que el humo ajeno enferma y mata por inhalación involuntaria. Es decir, que el tabaquismo no es solo un problema para aquel que fuma, sino para todo el que se encuentra cerca. En este sentido, se ha visto que las advertencias sanitarias gráficas no tienen un efecto directo sobre el fumador, pero sí le ayudan a crear conciencia del efecto de su conducta para otras personas. Por tanto, las advertencias sanitarias que aparecen en las cajetillas se convierten en una útil herramienta para generar conciencia. Otra estrategia consiste en prohibir la publicidad del tabaco. Esta prohibición debe aplicarse tanto a la promoción directa como a la indirecta. Por promoción directa se entiende la publicidad que se publica en los distintos medios de comunicación (prensa, radio, Tv, carteles, redes sociales). Por su parte, la promoción indirecta es más amplia y sutil. En este punto entran desde rebajas al precio del producto hasta el patrocinio de equipos deportivos o personas. La lista es muy larga para desarrollarla en un solo post. Los impuestos son otra medida que se considera la más eficaz para reducir el consumo de tabaco. Por ejemplo, se ha observado que un incremento de un 10% al precio del tabaco reduce un 5% el consumo. El incremento de los impuestos sirve de barrera de contención sobre todo a personas de bajos ingresos para no comenzar o una motivación para dejarlo. No es poca cosa, pues el 80% de los consumidores viven en países con ingresos medianos o bajos. ‘DECIR ADIÓS AL TABACO’ Si deseamos dejar de fumar, existen varias estrategias que podemos intentar llevar a cabo.  Establece una fecha para dejar de fumar, cambia de hábitos y establece nuevas rutinas que te ayuden a gestionar el estrés, evita mantener en tu entorno cualquier objeto que te recuerde al tabaco y si lo necesitas, busca apoyo y ayuda profesional. Acudir a terapia puede ayudarte a acabar con la adicción al tabaco.  Recuerda que dejar de fumar es un proceso gradual y personal. Persiste en tus esfuerzos y busca ayuda cuando la necesites.

Las adicciones, Tratamientos de adicciones

Tratamiento de la adicción al sexo

Tratamiento de la adicción al sexo o Hipersexualidad Hablar sobre la hipersexualidad no es una tarea sencilla. Principalmente porque la sexualidad es una conducta funcional que se nutre de factores individuales, sociales, culturales, étnicos o religiosos por solo considerar los más relevantes. Por tanto, lo que es excesivo e inapropiado para una cultura, puede no serlo para otra. La sexualidad carga sus propios estigmas según la cultura o la época. Tomemos el ejemplo de la ninfomanía. En el siglo XIX era usado para diagnosticar una patología en mujeres que mostraban un deseo sexual “excesivo”.   CONTACTA SIN COMPROMISO ‘CUANDO EL SEXO SE VUELVE UNA ADICCIÓN ‘ El problema radica en que la adicción al sexo no necesariamente implica una disfunción sexual o comportamientos parafílicos. Muchos expertos consideran que el punto crítico es el malestar generado por patrones recurrentes de encuentros sexuales con múltiples personas, percibidas como simples medios para satisfacer un deseo personal. Esta analogía entre la adicción al sexo y el consumo de sustancias es esclarecedora. Al igual que algunos consumen sustancias, quienes sufren de hipersexualidad buscan satisfacer compulsivamente sus impulsos sexuales. A continuación, exploraremos los criterios utilizados para diagnosticar este trastorno. ‘Criterios diagnósticos’ Para ser diagnosticado con un trastorno hipersexual la persona debe, en primer lugar, tener durante un período mayor a seis meses, recurrentes e intensas fantasías, deseos, impulsos o conductas sexuales relacionados con al menos tres de los siguientes indicadores:     El tiempo que consumen estas conductas, impulsos, deseos o fantasías, interfieren con otras metas, obligaciones y actividades no relacionadas con el sexo y que se consideran importantes para el desempeño cotidiano de la persona. Utilizar repetitivamente estas conductas, impulsos, deseos o fantasías para gestionar la frustración o las emociones negativas como la ansiedad, la tristeza, el aburrimiento o la irritabilidad. Utilizar repetitivamente estas conductas, impulsos, deseos o fantasías como medio de afrontamiento al estrés y las preocupaciones. Intentos repetidos e ineficaces de controlar o reducir estas conductas, impulsos, deseos o fantasías. Participar de forma reiterada estas conductas sin tener en cuenta el daño físico o emocional que se provoca a sí mismo o a otros. Otro criterio diagnóstico lo constituye la presencia de un malestar emocional clínicamente significativo y/o dificultades en otras áreas del funcionamiento cotidiano del individuo como los estudios, el trabajo, las relaciones o la familia. Todo esto en relación, por supuesto, con estas conductas, impulsos, deseos o fantasías sexuales. Por último, este cuadro clínico no está directamente relacionados con el consumo de una sustancia externa como alcohol, drogas o medicación. Las conductas sexuales más reportadas suelen ser masturbación, consumo de pornografía, relaciones sexuales consentidas (incluye uso de prostitución), cibersexo, sexo telefónico o frecuentar clubes de estriptis. Muchas personas reportan la combinación de varias conductas.  ‘SÍNTOMAS DE LA ADICCIÓN AL SEXO’ Cuando la masturbación se torna compulsiva De acuerdo con numerosos estudios, la masturbación compulsiva es el problema más referido por las personas que reúnen los criterios para ser diagnosticado con un trastorno hipersexual. No obstante, debo aclarar que la masturbación es una conducta sexual completamente funcional y saludable. El problema es que ha sido estigmatizada durante casi toda la historia y aun es censurada por muchas personas y culturas. Alrededor del 97% de los hombres y el 80% de las mujeres reconocen haberse masturbado. El 70% de las personas casadas (hombres y mujeres) reconocen que lo hacen con cierta frecuencia. Obviamente, no es a este tipo de masturbación al que me referiré en este epígrafe. En este caso me refiero a un impulso que a la persona afectada le es casi imposible de contener y que afecta su desempeño en diversas áreas. Es decir, la persona deja de realizar actividades que son importantes para masturbarse. Aunque la masturbación se potencia con el consumo de pornografía, no necesariamente tiene que darse ligado al mismo. Este impulso también puede aparecer en los lugares menos adecuados como puede ser estando estacionado en el coche o en el trabajo. Un consumo de pornografía preocupante El acceso a contenido pornográfico gratuito está prácticamente masificado a través de Internet. Tanto que la educación sexual de muchos jóvenes se realiza mediante la pornografía. Ello los lleva a creer que muchas escenas extremas que ven en la red son las prácticas que deben imitar. Les parecen lo más normal, cuando realmente no lo son. Un uso esporádico de pornografía como estímulo para la masturbación no suele constituir una dificultad. El problema viene cuando la cantidad de horas que se emplea para visualizar estos contenidos afecta el desempeño diario de las personas y a sus relaciones. En este punto los criterios de tolerancia no solo vienen dados por la cantidad de horas que se emplean para ver pornografía, sino en los contenidos a los que se accede. Suele ocurrir que los usuarios se aburran del sexo “normal” y busquen materiales con prácticas cada vez más “osadas” o lesivas para sus practicantes. El consumo de pornografía tiene sus riesgos, porque muchos usuarios buscan contenido de tipo parafílico en la medida que se incrementan los niveles de tolerancia a la pornografía. Dicho de forma más clara, se buscan escenas con menores o relaciones no consentidas con adultos que también impliquen sufrimiento y humillación. Promiscuidad en las relaciones sexuales consentidas con otros adultos Los criterios son los mismos que para las anteriores. El problema no radica en tener relaciones sexuales con otros adultos, dado que son consentidas. El problema viene dado por la frecuencia, el tipo de prácticas, la promiscuidad y la ausencia de vínculo con el otro. Como decía al inicio del post la otra persona es tratada como un mero objeto mediante el que se satisface una necesidad. La relación está vacía de conexión o espiritualidad. El caso más claro es cuando se recurre compulsivamente al consumo de prostitución para satisfacer determinadas fantasías o impulsos. Otro caso que llama la atención es cuando la persona con una conducta hipersexual busca compulsivamente relaciones extramatrimoniales. Muchas de estos encuentros suelen llevarse a cabo sin protección. Cibersexo y sexo telefónico El cibersexo se

Los trastornos de la personalidad son patrones duraderos de experiencia y comportamiento internos que se desvían notablemente de las expectativas culturales.
Las adicciones, Tratamientos de adicciones

Trastornos de la Personalidad y Adicciones: ¿Cuál es la Relación?

Trastornos de la Personalidad y Adicciones: ¿Cuál es la Relación? Los trastornos de la personalidad son patrones duraderos de experiencia y comportamiento internos que se desvían notablemente de las expectativas culturales. Estos trastornos comienzan en la adolescencia o en la adultez temprana, son estables a lo largo del tiempo y conducen al malestar emocional o al deterioro de la persona. Esto nos lleva a explorar la relación entre trastornos de la personalidad y adicciones.   CONTACTA SIN COMPROMISO ‘La Conexión entre Trastornos de la Personalidad y Adicciones’ Los trastornos de la personalidad pueden afectar diferentes esferas como la cognición, la emotividad, el funcionamiento interpersonal o el control de impulsos. Muchas veces, estos comportamientos son percibidos como adecuados por quien los padece, ya que están en sintonía con su estructura del yo. ‘Trastornos de la Personalidad y Consumo de Sustancias’ Las personas con trastornos de la personalidad tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos por consumo de sustancias. Por ejemplo, el riesgo de trastorno por consumo de alcohol se multiplica por cinco y por consumo de drogas se multiplica por doce.          Clasificación de los Trastornos de la Personalidad Grupo A: Raros o excéntricos (trastornos paranoide, esquizoide y esquizotípico). Grupo B: Dramáticos, emocionales o erráticos (trastornos antisocial, límite, histriónico y narcisista). Grupo C: Ansiosos o temerosos (trastornos evitador, dependiente y obsesivo-compulsivo). ‘Adicciones Comportamentales y Trastornos de la Personalidad’ Adicción al Juego Un estudio de la OMS encontró que alrededor del 6% de los jugadores patológicos padecen algún tipo de trastorno de la personalidad, predominando los diagnósticos de los grupos A y C. Adicción a Internet No existe un grupo de trastornos de la personalidad predominante entre las personas con adicción a Internet, aunque los chicos tienden a mostrar trastornos del grupo C. Los usuarios de peor pronóstico son aquellos con trastornos del grupo B. Adicción al Cannabis y Alcohol:  Consumo de Cannabis: Mayor número de personas con trastorno esquizotípico de la personalidad. Consumo de Alcohol: Representantes de cada grupo, con trastornos paranoide, límite, narcisista y obsesivo-compulsivo. Los trastornos de la personalidad pueden definirse como patrones duraderos de experiencia y comportamiento internos que se desvían notablemente de las expectativas culturales. Estos trastornos se dividen en tres grandes grupos: A) raros o excéntricos; B) dramáticos, emocionales o erráticos; y C) ansiosos o temerosos. El grupo B muestra la mayor relación con el consumo de sustancias, especialmente los trastornos límite y antisocial de personalidad. En cuanto a las adicciones comportamentales, la presencia de trastornos de personalidad es alta y varía según el comportamiento, desde el 6% en la ludopatía hasta el 30% en la adicción a las compras.    

Antes las adicciones a sustancias como al alcohol, heroína o cocaína eran las más habituales. Actualmente, han irrumpido con mucha fuerza otras adicciones comportamentales como la adicción a las nuevas tecnologías, al juego y a los videojuegos.
Las adicciones, Tratamientos de adicciones

La normalización del consumo de ciertas sustancias enmascara el problema

La normalización del consumo de ciertas sustancias enmascara el problema de la adicción CONTACTA SIN COMPROMISO ‘Evolución de las Adicciones: De Sustancias a Comportamientos’ Tradicionalmente, las adicciones a sustancias como el alcohol, la heroína y la cocaína eran las más comunes. Sin embargo, actualmente han surgido con fuerza otras adicciones comportamentales, como la adicción a las nuevas tecnologías, al juego y a los videojuegos.   ‘Aumento en el Consumo de Sustancias’ En cuanto a las sustancias, observamos un incremento en el consumo de cannabis, especialmente entre los jóvenes, así como de opiáceos y benzodiacepinas. Aunque las benzodiacepinas son prescritas por médicos, se ha visto un abuso significativo de estas sustancias. Muchas personas a quienes se les han recetado tranquilizantes desarrollan una gran dependencia, ya que estas sustancias crean tolerancia. Es decir, para conseguir el mismo efecto tras un uso prolongado, se necesita aumentar la dosis.   ‘Reinserción y Apoyo Continuo’ La adicción es una enfermedad crónica que se puede detener si se interrumpe el consumo, pero una recaída puede reactivar la obsesión y la compulsión. Existen personalidades adictivas donde la obsesión puede cambiar de una sustancia a otra o de un comportamiento a otro. En Clínica Recal, seguimos el modelo Minnesota, que profesionaliza el programa de 12 pasos, utilizado con gran éxito en todo el mundo. Este modelo se basa en la abstinencia total de todas las sustancias que alteran el estado de ánimo y se enfoca no solo en dejar de consumir, sino en mejorar la calidad de vida del paciente Después de superar la adicción activa, los mayores desafíos están relacionados con la reinserción en la vida cotidiana. Para abordar esto, Clínica Recal cuenta con dos pisos que llamamos «de medio camino» y mantiene convenios con diversas instituciones para facilitar la reinserción de los pacientes. En Clínica Recal, nos comprometemos a proporcionar un tratamiento integral que no solo se centra en la abstinencia, sino también en la reintegración exitosa y el bienestar general de nuestros pacientes.

Scroll al inicio